- Se recomiendan a los padres observar el comportamiento del niño en relación a sus orejas prominentes; no se debe insistir en la cirugía hasta que el niño así lo deseé. Aquellos niños que se encuentran a disgusto con sus orejas y quieren operarse, cooperan más durante la intervención y están más contentos con el resultado. Muchos pacientes, niños o adultos, pueden estar inseguros acerca del resultado de la otoplastia. Tenga en cuenta que se pretende conseguir una mejoría, no la perfección absoluta. No espere una simetría exacta, que incluso quedaría poco natural. Si nos comenta sus expectativas, los resultados serán muy satisfactorios.
- En la primera consulta, el Dr. Cervantes realizará una evaluación del problema y recomendará la técnica más efectiva para su caso. También le proporcionará las instrucciones para prepararse para la cirugía
- Las aseguradoras normalmente no incluye la realización de una otoplastia por motivos estéticos, excepto en casos en los que hay una anormalidad.
La otoplastia se realiza en el quirófano. Dependiendo del tipo de anestesia, el procedimiento se realiza en régimen ambulatorio, pudiendo retirarse a casa unas cuantas horas despues de la recuperación, en corta estancia.
Si el niño es pequeño, se recomendará realizar la intervención bajo anestesia general o sedación. Para niños mayores y adultos, se empleará anestesia local asociada o no a sedación, de manera que esté despierto durante la cirugía, pero relajado.
Una otoplastia suele durar entre 30 minutos a 1 hora, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. La técnica empleada dependerá del problema concreto. Generalmente se realiza una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago auricular. Después se esculpe el cartílago y se dobla hacia atrás; se pueden emplear puntos internos para mantener la nueva forma. En ocasiones, puede ser necesario extirpar una parte del cartílago para obtener una oreja más natural. Por último se extirpa una cuña de piel de la parte posterior de la oreja. La cicatriz resultante de la otoplastia queda disimulada detrás de la oreja. La mayoría de las veces, aunque solo una oreja parezca anormal, se intervienen las dos para conseguir una mejor simetría.
La vuelta a la normalidad en la mayoría de los pacientes, niños y adultos, se encuentran bien a las pocas horas de la cirugía. Se coloca un vendaje alrededor de la cabeza nada más al finalizar la cirugía, casi siempre lo que se utiliza es una valerina como las que se utilizan para jugar tenis u otros deportes. Las orejas pueden doler un poco los primeros días, pero se alivia fácilmente con medicamentos. Es importante seguir las instrucciones de su cirujano plástico respecto al uso del vendaje, sobre todo por la noche. Debe evitarse durante el primer mes cualquier actividad en la que puedan doblarse las orejas. La mayoría de los adultos vuelven al trabajo a los 5 días de la cirugía, o al día siguiente, pero con su valerina en la cabeza, los niños vuelven al colegio a los dos o tres días, algunos muy inquietos en unos 7 días, siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas.
En la otoplastia las complicaciones son infrecuentes. Sin embargo, como en cualquier otra intervención, existen riesgos propios de una cirugía y complicaciones propias de este procedimiento. Un pequeño porcentaje de pacientes pueden desarrollar un hematoma, que se disuelva espontáneamente o que precise drenaje. Ocasionalmente, puede producirse una infección del cartílago que aumente el tejido cicatrizal de la oreja; su tratamiento consiste en la administración de antibióticos; en raras ocasiones puede ser necesario el drenaje quirúrgico.
Además de las orejas prominentes u orejas “de avión”, existen otros problemas que también pueden solucionarse con cirugía. Estos incluyen la oreja contraída y la oreja en copa, ausencia de orejas (anotia), orejas pequeñas (miocrotia). También pueden mejorarse quirúrgicamente los lóbulos alargados y los lóbulos rasgados (ocasionados frecuentemente por estiramiento de los aretes). También se reconstruyen las orejas cuando se pierden por un traumatismo.